6 de Enero de 2024 a las 13:34
El Burgos CF vuelve a la Copa del Rey para medirse este domingo al Mallorca, en un partido en el que los burgaleses darán todo por seguir en la competición con su afición para abrir un 2024 de fútbol que llega marcado por el cambio de dueños en el club y el descaso que el técnico ha dado al equipo burgalés para afrontar un partido que "todos soñamos con jugar".
"Los jugadores han llegado muy bien, con muchas ganas e ilusionados por seguir con la racha y conseguir los objetivos cuanto antes y también por afrontar un partido tan importante contra un equipo de Primera División", señaló Jon Pérez Bolo en la previa, quién celebró ya "el paso de eliminatoria" que automáticamente otorgaba un Primera División en El Plantío.
Será el Mallorca de Javier Aguirre, "un gran equipo con un gran entrenador" de quién Bolo solo tuvo buenas palabras y destacó que "es uno de los grandes entrenadores que van de cara, de frente y es un hombre de fútbol" y buscarán "con trabajo y con la ayuda de nuestra afición" seguir adelante y "vivir esta experiencia".
El rival es un equipo de Primera División al que el Burgos espera jugarle de cara intentando "ser fuertes en las áreas y sacando las virtudes a relucir" y sorprendiendo a su rival, al tiempo que aseguró que "el Burgos ha hecho muy buenos números en casa" y es algo que seguro que no ha pasado por alto el cuerpo técnico del Mallorca.
"Hemos pasado dos eliminatorias complicadas, con la suerte de contar con nuestra afición tanto en Alicante como Arenteiro y para mí, el domingo tiene que ser un momento de celebración para disfrutar todos juntos y cuanto más lo disfrutemos, más cerca vamos a estar de pasar la eliminatoria" aseguró el técnico.
La única duda para este partido es la del delantero Fer Niño, pues el club no quiere asumir riesgos a pesar de que el jugador tiene pasado bermellón pero prefieren pensar en lo que espera en liga también a partir de ahora.